En las pasadas conferencias organizadas por la Asociación gvSIG, que engloba a profesionales implicados en geomática libre, hubo un espacio para la cartografía colaborativa, planteada como apoyo a situaciones de emergencia.
Mapas colaborativos
Los mapas colaborativos permiten construir de forma rápida cartografías necesarias para situaciones de emergencia, derivadas, por ejemplo, de catástrofes naturales. En este marco, existen organizaciones como Humanitarian OpenStreetMap Team (HOT), que coordinan eventos y generan procedimientos para la creación de mapas humanitarios. Su objetivo es poner en marcha, inmediatamente, equipos de trabajo -formados por voluntarios- que reaccionen ante una catástrofe y creen rápidamente la cartografía necesaria para los equipos de emergencia, trabajando de forma autónoma e independiente.
La cartografía resultante de estos trabajos se integra dentro de la plataforma proporcionada por la OpenStreetMap Foundation (OSMF), una comunidad de usuarios que promueve la creación de un mapa del mundo con licencia de uso abierta. Este tipo de actuaciones son especialmente útiles cuando las zonas afectadas corresponden a países que no disponen de una cartografía lo suficientemente detallada. Un caso significativo de aplicación de mapas colaborativos en situaciones de emergencia fue el trabajo realizado tras el terremoto de Haití.
Algunos proyectos enmarcados en estas dinámicas
- OpenStreetMap (OSM) crea mapas libres y editables. ¿Cómo? Se construye a partir de las imágenes aéreas, dispositivos GPS, mapas y otras fuentes de datos libres que proporcionan los usuarios. Entre los colaboradores, OSM cuenta con profesionales de los SIG e ingenieros que mantienen los servidores del proyecto. Gracias a una licencia Creative Commons (CC-BY-SA) y a que el servicio de datos es de libre acceso (Open Data Commons Open Database License), OSM puede usarse para cualquier propósito (siempre que se le dé crédito a OpenStreetMap y a sus colaboradores); algunos usos que se le han dado son: producir mapas de carreteras, de senderismo, vías verdes o mapas náuticos; se emplea incluso en aplicaciones que calculan las mejores rutas por las que circular y en apps que permiten disminuir el tiempo de respuesta en la búsqueda de personas desaparecidas en el medio terrestre. Además, dentro de la comunidad de OSM existe el proyecto HOT, orientado directamente a la coordinación de equipos para mapeo humanitario.
- Nominatim no destaca particularmente por aplicarse a situaciones de emergencia pero es un ejemplo de motor de búsqueda creado a partir de OpenStreetMap. La curiosidad de Nominatim es que, además de realizar búsquedas directas en las que se rastrea una dirección concreta por su nombre, también hace exploraciones inversas: busca datos por su coordenada geográfica. El resultado obtenido permite al usuario investigar la base de datos y ver cómo se ha generado la respuesta.
- Crisis Mappers es un claro modelo de cartografía aplicada a los desastres y al servicio humanitario. Esta comunidad de mapeadores la conforman voluntarios de distintos lugares del mundo y diversas disciplinas: “tecnólogos, académicos, hackers, periodistas, políticos» y profesionales “altamente cualificados”, citan en su web. Trabajan en el ámbito de las las nuevas tecnologías, el análisis de datos, el crowdsourcing y la cartografía de crisis. Entre el material que generan en su sitio web, promueven el uso de datos abiertos y explican la cartografía de conflictos a través de webinars.
Con el mismo fin que los ejemplos anteriores, existen otros programas dirigidos a la coordinación de situaciones emergentes a partir del mapeo de datos. Es el caso de Sahana, un software libre y de código abierto centrado en la búsqueda de soluciones. Así mismo, en 2010 se fundó Humaniy Road, un referente en el ámbito de la respuesta a desastres en línea.
Agradecimientos por la colaboración y revisión del texto:
- Cesareo Bas, director de la cátedra gvSIG en la UMH.
- Álvaro Anguix, CEO en gvSIG Association.